En los adentros de Foréstia.
- ¡¿C-cómo has neutralizado mi ataque?!
El caballero se detuvo a un metro
de distancia y apuntó su espada hacia su oponente en el suelo.
- Hacía tiempo que no usaba mi poder mágico, te felicito, quien diría
que los bandidos tendrían entre sus fuerzas guerreros tan formidables. Es una
pena que solo se dediquen a robar y asesinar a inocentes.
- ¡¿P-poder mágico?!
Entonces deben ser de la guardia nacional, dime, ¿son de Hidraltar?
- ¡¿De Hidraltar dices?! No te atrevas a confundirnos con esos tipos,
ninguno de ellos merece llamarse a sí mismo caballero, esos matones no se
diferencian mucho de ustedes los bandidos.
- Hehehe… Quizás
tengas razón caballero.
Esbozó una riza burlesca.
- Después de
todo…Ustedes no son los únicos, QUE PUEDE HACER USO DE LA MAGIA!!!
Gritó con fuerza dándole una señal a alguien
más. Un destello resplandeció desde la copa de un árbol detrás de ellos, se
escuchó un zumbido y dos anillos de energía oscura salieron desde el follaje.
Uno de los anillos atrapó al paladín por la espalda, no
lo podía creer, ¿un bandido que hacia magia?, eso era nuevo. El segundo anillo
se dirigió en dirección a Rohan quien logró esquivarlo dando un salto, su
velocidad y reflejos eran realmente asombrosos, pero la magia es impredecible,
estando el en el aire, el anillo cambio abruptamente de dirección, esta vez con
mayor velocidad envolviéndolo y haciéndolo caer estrepitosamente de espaldas al
suelo.
- ¡¡AAHHG!! ¡¡CARAJO!!
- ¡¿Qué rayos es esto?!
Exclamó el paladín. De la copa de aquel árbol bajó un
tercer bandido, sus manos apuntaban al frente y estaban iluminadas con una
especie de energía oscura, era claro que él era quien manipulaba la magia que
ahora los tenía atrapados. En ese momento el líder de los bandidos se puso de
pié y desenfundó un pequeño cuchillo que ocultaba en su zapato.
- Ahora… ustedes van a responder a nuestras preguntas.
En su cara ensangrentada dibujaba una sonrisa mientras
clavaba ligeramente el cuchillo en la garganta del paladín, este a su vez hacia
todo lo posible por liberarse de aquellas extrañas ataduras mágicas.
- ¿Q-qué es lo que quieres saber?
Dijo el caballero, su tono se escuchaba un poco
resignado, como si se hubiese dado cuenta que no podría liberarse.
- Primero dime, ¿de dónde son?
El rufián entrecerró un poco los ojos mientras le cuestionaba.
- Somos caballeros de la guardia real provenientes de Renvall
- ¡¿La guardia real?!
Su cara denotaba una sorpresa increíble, y estaba claro
por qué, la guardia real se conforma por caballeros de rango oro, son
superiores a la guardia nacional en todo sentido y suelen ser escoltas de
cancilleres, princesas o regentes, era muy extraño que un grupo de caballeros
de la guardia real anduviera rondado por los bosques de Foréstia, incluso aun
si no fueran caballeros de la guardia real, Renvall era una nación lejana, uno
no cruzaría medio continente solo por diversión, no, esos caballeros debían
tener una misión, y si eran de la guardia real, era seguro que habría un buen
botín en juego.
- Hahaha increíble, parece que capturamos un buen botín aquí.
Ahora dime, ¿Hacia dónde se dirigen? ¿Están escoltando a alguien?
- Eso no es de tu incumbencia
Exclamó el paladín extrañamente seguro de sí mismo. Le
lanzó una mirada afilada y retadora al rufián.
- ¡¡Oye oye!! ¡Parece que no entiendes en qué posición estás!
Podría matarte en cualquier momento si quisiera, así que no te me pongas engreído.
- Si me mataras sin sacarme toda la información que necesitas no
obtendrías el gran botín que estás buscando. Todos los bandidos como ustedes
son iguales, solo buscan rapiñar y robar a los demás.
- ¡HAH! ¿Crees que no te mataría ahora mismo? ¿Sabes qué? No
me interesa, suficiente recompensa será llevarle tu cabeza al jefe Dorcas,
seguro que me asciende de rango, después de todo son de la guardia real, aunque
a decir verdad están bastante sobrevalorados hahaha.
El paladín esbozó una pequeña sonrisa y murmuró.
- Dorcas eh…
- ¡¡¡¿QUÉ TANTO ESTAS MURMURANDO IDIOTA?!!!
El rufián se abalanzo sobre él con el cuchillo en mano
con el fin de cortar la garganta del paladín.
- ¡¡¡¡AHORA BROLAF!!!!
- ¡¡¡DEVASTACIÓN DE TERRENO!!!
Inmediatamente desde la misma copa del árbol por el que
había bajado aquel bandido con poderes mágicos calló Brolaf, cual bólido a toda
velocidad y con un peso tremendo golpeó el suelo rocoso con su enorme hacha.
Ambos caballeros saltaron al momento del impacto que fue
seguido por una avalancha de rocas y un tremendo terremoto que arrasó con el
bandido de poderes mágicos. En ese momento el hechizo de las ataduras se rompió
y quedaron libres. La pared de rocas y raíces de árboles siguió avanzando hasta
donde estaba el líder de los bandidos, el suelo crujía y se cuarteaba
retumbando por todo el bosque, cientos de aves huyeron del lugar. Al final
aquel claro sin árboles que fuere su campo de batalla quedó convertido en un
desastre sin forma, rocas y raíces
abultadas por todos lados, quedaron enormes y profundas zanjas en la tierra.
- Júas júas júas, quizá me pasé un poquito.
Exclamó el gordinflón rascándose la cabeza mientras se
reía.
- Ni que lo digas, siempre que haces eso terminas llevándonos a
nosotros de paso.
Reprochó Rohan mientras se ponía de pie luego de su caída
al saltar y esquivar aquella avalancha.
- Júas júas júas tranquilo no me reclames a mí pequeñajo, fue
idea del capi.
Le respondió mientras se rascaba la barriga y señalaba a
Klyde con el pulgar.
- Claro claro, pero Klyde, ¿porque no podíamos simplemente
atacarlos desde un principio y ya? Pudimos acabar fácilmente con ellos.
- Bueno ahora sabemos que Dorcas se encuentra por estos lares,
recuerda la misión Rohan.
- Ajá si, la misión…
Respondió mientras se sacudía el polvo, no parecía
importarle mucho la misión de la que su líder hablaba.
- Vamos, debemos buscar los cuerpos.