24.2.16

E6: Pacto

Dravia, hace cinco años. Una noche oscura, la luna llena resplandecía en el cielo como un enorme farol que iluminaba el pueblo. Dravia se caracterizaba por tener pueblos sumidos en pobreza, y este no era la excepción, las chozas eran humildes, las calles de terracería y los tejados de paja. Sobre uno de estos un hombre alardeaba superioridad. Rió a modo de burla, y haciendo un gesto de desprecio con su mano derecha exclamó.
  •  Pequeño idiota, ¿de verdad crees que podrás hacer algo contra mí?... ¡YO POSEO EL PODER DE LOS DEMONIOS!
Señalando su rostro enmascarado soltó una risa burlesca. A su vez, su joven oponente se limitó a mantenerse en silencio, y desenfundando una pequeña daga oxidada, se dispuso a hacerse una pequeña herida en el antebrazo derecho. Tomó con su mano izquierda la sangre que chorreaba por la herida y con sus dos dedos ensangrentados dibujó algunos garabatos extraños en la frente de la máscara que portaba.
  • Con ésta sangre, forjo la unión…
Susurraba en voz baja.
  • ¡¡No creas que será tan sencillo jovencito!!
Advirtió el hombre, y en un abrir y cerrar de ojos su silueta había desaparecido, en su lugar una nube de polvo. El joven simplemente escuchó un zumbido de aire cortante a sus espaldas, no logró ni siquiera girar su rostro para cuando sintió las afiladas garras del sujeto cortándolo por la espalda, seguido de una poderosa patada giratoria que lo mandó a volar causando que se estrellara contra un muro cercano. Tan fuerte fue el golpe que dicho muro se vino abajo con el impacto, aplastando al pobre chico, una espesa nube de polvo se levantó con la destrucción, y el ruido despertó a muchas personas en el pueblo, se podía ver como las luces se encendían en las casas.
  • HAHAHA ¡¡PATÉTICO!! ¿Lo ves? ¡No eres nada más que basura!
Exclamó riendo el hombre. Luego de su insulto guardo silencio un momento y dirigió su atención a las luces de las casas.
  •  Mhh… parece que hemos armado mucho alboroto por aquí, bueno, no me gusta ser el centro de tanta atención chico, así que creo que te has salvado por esta ocasión.
Se dio la media vuelta y se dispuso a dar un salto al tejado más cercano.
  •  Tu…
Al escuchar esto, el hombre se detuvo repentinamente justo antes de saltar. La voz provenía desde la nube de polvo en la que el joven se encontraba.
  •  Eh?... HAH! vaya que eres tonto, acaso no…
¡El hombre no terminó su frase para cuando una especie de tentáculo oscuro salió desde la nube de polvo y lo sujetó del antebrazo izquierdo con una fuerza descomunal!
  •  ¡¡¡AAAHHH!!! ¿Pero qué rayos? ¡¿Qué es esto?!
El sujeto frunció el ceño de dolor, miró sorprendido aquel tentáculo que lo sujetaba con una fuerza tal que sentía que su brazo se iba a partir en dos.
  •  AAAAAAAHHHGGG!!!
Tiró con fuerza para liberarse pero era inútil. Desenfundó rápidamente su daga y sin pensarlo dos veces la alzó con fiereza preparándose para asestar un corte hacia aquel extraño tentáculo.
  •  ¡¡Es suficiente!!
Un destello seguido por un sonido metálico. El hombre abrió grandes sus ojos, su pupila se tornó pequeña, era un rostro de completo temor, miró como su daga se encontraba partida en dos y escuchó como los huesos de su brazo comenzaban a crujir.
  •  ¡¡¡Aaaaahhhgg!!!
Apoyó una rodilla en el suelo y bajó la mirada.
  •  Bien...Entonces pongámonos serios…
La máscara que portaba comenzó a emanar un aura de energía roja y la piel y garras del hombre se tornaron negras, dentro de las oscuras hendiduras de los ojos de la máscara se veían dos pequeños puntos rojos iluminados, eran sus pupilas que parecían estar en llamas.
  •  ¡¡¡VEN AQUÍ!!!
Exclamó con fuerza, su voz ahora era diferente, era un fuerte sonido gutural, era la voz de un demonio en persona. Tiró con fuerza del tentáculo que lo sujetaba, esta vez era una fuerza más allá de lo humano. Sorprendentemente parecía no ser suficiente, así que con su mano libre sujetó el tentáculo y apoyándose firmemente en el suelo tiró de el con todas sus fuerzas a la vez que daba un poderoso rugido. Finalmente de aquella nube de polvo comenzaba a salir una silueta.
  •  Te tengo...
Exclamó con seguridad el hombre, mientras preparaba y acumulaba energía demoniaca en su puño izquierdo para asestar un ataque mortal. Su sorpresa fue grande al ver que de aquella nube de polvo no emergía la figura del pequeño joven al que había derrotado antes, sino una silueta oscura y demoníaca que dibujaba en su rostro una psicótica sonrisa. El hombre se sorprendió por un segundo, pero aun así decidió continuar con su ataque.
  •  No me importa qué rayos seas, ¡¡CÓMETE ESTO BASTARDO!!
La energía oscura de su puño destelló con la fuerza de una potente llamarada, dirigiéndose directo al rostro de la criatura misteriosa. Fueron tan solo unos cuantos segundos, pero todo parecía en cámara lenta. Un destello rojo iluminó todo el combate y el sonido de un impacto fue claro.

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